Los cuestionamientos a la legalidad de la detención del dirigente social argentino Juan Grabois y de otro compañero, Valentín Peralta Ramos, aumentan ante la falta de una orden de detención contra los líderes.

En declaraciones recientes, el jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Luis Alejandro Rolle, afirmó que la orden provino directamente del presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, quienes obviaron el requisito judicial previo a una detención.

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El funcionario informó que hacía años no se llevaba a cabo un operativo similar y que la Policía Federal no actuaba para recuperar un bien del Estado.

La medida ha suscitado críticas entre varios sectores de la oposición al Gobierno de ajustes de Milei, así como en organizaciones y compañeros de Grabois, que se han congregado desde las primeras horas de la tarde frente al edificio de la Intendencia de Buenos Aires para exigir la liberación del líder.

Hasta el momento, se ha permitido la entrada de su abogado para que efectúe su representación legal. En tanto, Natalia Beatriz Zaracho, diputada de la nación por el Partido Unión por la Patria, denuncia que detuvieron al dirigente mientras llevaraban a cabo una manifestación pacífica.

De acuerdo con Beatriz, la detención es ilegal pues carece de orden de allanamiento, se trata de una estrategia de persecución política, y persiguen a Grabois por las luchas que representa y lo que visibiliza con su voz: que los jubilados la están pasando mal, los médicos la están pasando mal, la gente no puede comprar un kilo de carne y el Gobierno tiene consciencia de eso.

Destacó que no se marcharán de la Intendencia hasta que liberen a Grabois y Peralta, pues el Gobierno persigue a quienes están denunciando la difícil situación de la alimentación y la caída de los niveles de justicia social en el país.

Comentó que no hay una motivación concreta para que el Gobierno allane el edificio, que posee un valor histórico en la memoria de los argentinos que vieron a Evita Perón fallecer en ese espacio.

Juan Grabois fue detenido en horas de la tarde en Buenos Aires, en el marco de una protesta pacífica llevada a cabo en la antigua residencia que perteneció a Juan Domingo Perón y Eva Duarte. La acción, según el propio Grabois, buscaba «recuperar del odio gorila» el edificio donde funcionaba el instituto de estudios Juan Domingo Perón, una institución que fuera disuelta por el Gobierno de Javier Milei recientemente.

El Instituto Juan Domingo Perón, cuya disolución motivó la protesta y la toma de la edifición, se dedicaba a la investigación y difusión del pensamiento y obra del expresidente argentino. Su cierre ha sido interpretado por sectores sociales y políticos como una medida de persecución ideológica por parte del Ejecutivo, y de persecución a las ideas que impulsan la justicia social.

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